Los factores de riesgo se pueden definir como el conjunto de características de una persona que están unidas a una alta probabilidad de dañar su salud. Numerosos son los factores de riesgo identificados en la adolescencia, que los conllevan en ocasiones, a formas de afrontamientos negativos como la conducta suicida. Teniendo en cuenta a algunos autores como Turcaz & Rubio de la Iglesia, (2015) y Pérez, Ibáñez, Reyes, Atuesta, & Suarez (2008) se han intentado algunos factores de riesgo alrededor de los jóvenes y la presencia del suicidio en este grupo poblacional:
Conflictos familiares: características propias de la edad como los deseos de independencia, libertad de acción, autonomía, búsqueda de identidad propia, que conllevan al adolescente al enfrentamiento y rebeldía con sus padres y dificultades en la comunicación con los adultos que le rodean.
Conflictos de pareja: en la falta de diálogo, en ocasiones se falta al respeto por las diferencias individuales o por alguna circunstancia que hiere. Para el caso de los niños o adolescentes se puede inferir como un ejemplo poco positivo en el trato a los demás.
Conflictos escolares: basados en el bajo rendimiento académico, el desinterés por algunas áreas, baja autoestima, relaciones poco significativas en los grupos.
Conflicto de grupos: falta aceptación y respeto por las diferencias, los valores y creencias
Trastornos de personalidad: poco control de impulso, poca confianza en sí mismos y disminución en la capacidad para buscar apoyo en los demás, factores que son imprescindibles para enfrentar situaciones conflictivas de forma resiliente.
Trastornos neuróticos: Indican una red de apoyo social inexistente o débil y carencia de recursos para la resolución de conflictos, junto a bajas coberturas y baja efectividad de los programas de promoción, prevención e intervención en Salud Mental.
Enfermedades físicas: que se pudieron haber generado como consecuencias familiares genéticas, mediante accidentes o por otras circunstancias que se pueden tornar difíciles de aceptar.
Orientación sexual: donde se recibe poca información o desde algunos medios una información tergiversada; en ocasiones por falta de diálogo en el hogar o escuela.
Consumo de alcohol y sustancias psicoactivas: Tiene aceptación y gran permisividad social en la cultura local, y además, favorece la impulsividad, compromete la capacidad autocrítica y agrava los estados depresivos y las comorbilidades psiquiátricas del sujeto.
Referencias
Turcaz R., M., & Rubio de la Iglesia, Y., (2015). Intento suicida en adolescentes: factores resilientes y de riesgo. Revista información científica,93(5). Disponible en https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=551757222010
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